-
Razón número 26: La crisis del cuarto de vida
Tuve que intentar aprender a quererme y a aceptarme para poder avanzar. El odio ferviente solamente me estancaba y la frustración por mi desempeño académico no ayudaba en absoluto. Ese lugar al que hacía ya unos años había entrado tan lleno de esperanza, tan seguro de que mi futuro empezaba ahí, se había convertido en un purgatorio prácticamente insoportable. Parecía…
-
Razón número 25: Seguir adelante
Reparar los desastres que la soja había dejado en mí me llevó tiempo, esfuerzo y mucha perseverancia. Había encontrado la receta perfecta que equilibraba mi dieta con los ejercicios adecuados. Cambié la grasa por músculo y recuperé mi forma física, incluso mejor que aquella que tenía cuando invitaba a distintas chicas a tomar un café. Quizá pensarían que fue una…
-
Razón número 24: El inicio del declive
Sí, al principio estaba explorando mi sexualidad, pero en el fondo también buscaba una conexión especial. Sabía que no debía, por esa promesa, esa maldita promesa de no desviarme de mis estudios, sin embargo, mi soberbia me hizo creer que podía tenerlo todo… Hasta que la vida me hizo ver que sí, aunque no todo junto. Estaba seguro de que…
-
Razón número 23: El final
Ella no vivía en la ciudad, por lo que durante las vacaciones de la facultad volvía a su pueblo. Yo me enmimismaba con mis pasatiempos, que hacía que los días se me fueran como agua entre los dedos, así que no alcanzaba a darme cuenta y ya estaba preparando una falsa noche de estudio en su departamento, imaginándonos entrelazados en…
-
Razón número 22: Mi segunda vida
Dicen que todo cambia cuando conoces el verdadero amor, yo no lo creía tanto, prefería disfrutar de mis romances esporádicos y despedirme sin nada que deber, sin nada que cobrar. Sin embargo, nadie es invencible (ni siquiera yo) y llegó mi talón de Aquiles. Mirada chispeante, juguetona, como si tuviera un secreto que contar solo si te portabas bien. Parecía…
-
Antes de que llegue el amanecer
I Soñé con tu cabeza en mi regazo, soñé con tus ojos café mirándome fijamente. En la oscuridad de una noche para amarse, yo hubiera deseado rozar tus labios con la más tierna dulzura, pero la muerte ya te había robado un beso y a mí, los anhelos de una vida a tu lado. II Nuestros cuerpos se buscaban en…
-
Razón número 21: Mi obsesión por la cocina, las primeras incursiones
En mi defensa, todo surgió de la necesidad de comer. Inició cuando estaba en la escuela secundaria y volvía a casa ansioso por una comida caliente, que casi nunca había. Yo salía tarde y para el momento en el que giraba la llave en el cerrojo, la familia ya había cenado hacía rato. Además, eran las oscuras épocas pre microondas…
-
Razón número 20: El nacimiento del flaco
Por suerte, no llegamos al “no hay dos sin tres”, sin embargo, papá, mamá y yo nos preocupamos seriamente cuando mi hermana nos anunció que estaba buscando quedarse embarazada de nuevo. “¡Ay, hija! ¿Y si te sale tan terrible como el gordito?”, había dicho mamá. El historial de travesuras y fechorías de su nieto era bastante largo y amplio para…
-
Razón número 19: El inicio de mis romances pasajeros
Descubrir la fórmula para obtener (o intentar obtener) una cita no me fue tan difícil. A ver, sé que hay muchas formas de hacerlo, pero yo había encontrado la que mejor me iba y la que en caso de ser rechazado, no me dejaba tan mal parado (soy introvertido y un poco tímido). Yo amo el café, esa infusión tan…
-
Razón número 18: La universidad
Había entrado a la universidad con la ilusión de que sería el lugar en el que podría convertirme en aquello que anhelaba desde niño: un ingeniero. Me maravillaba la robótica, así que me inscribí en la parte electrónica. Ansiaba recibirme para poder irme a Australia y enfocarme también en la domótica, el diseño de hogares inteligentes. Comencé a aprender sobre…