Razón número 45: No más socios
Es muy difícil crear una sociedad que funcione o simplemente una en la que los socios no se maten entre sí y cooperen para que la empresa prospere. Ya tenía cierta experiencia en el campo y honestamente llegué a un punto de no retorno en el que trabajaría solo o con empleados, pero no con socios (después de todo, en cada uno de mis intentos mis socios terminaban siendo empleados haraganes disfrazados). Liberty fue el último gran proyecto de sociedad que llevé a cabo. Creí que al ser familia, las cosas serían diferentes, nos conocíamos, casi nos habíamos visto crecer mutuamente. No obstante, era claro que los objetivos de mis sobrinos no tenían intención de modificarse para acercarse a la ambición de los míos. Yo no iba a fabricar mochilas de calidad inferior a la original, no iba a permitir que la marca se desprestigiara de esa manera, aunque eso significara su final (qué puedo decir, soy un hombre que valora demasiado sus principios).
Acabé aceptando que soy una persona con sueños que casi nadie tiene ni quiere o puede acompañarme a cumplir. Tampoco podía obligarlos a ello, no era justo. Por eso opté por quedarme solo, por perseguir mis sueños solo. Sabía que iría más rápido, aunque el tiempo decidiría qué tan lejos, pero era algo en lo que a mi ritmo, volaría: la fotografía. Decidí verlo como una oportunidad de explorar el campo de la fotografía desde lo comercial y empresarial hasta lo artístico. Por fin, era libre de crear lo que anhelaba crear. Nadie sería capaz de detenerme.
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