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¿Qué pasa después del punto final de mi libro?
Ponerle el punto final a tuhistoria es el cierre de una etapa y el comienzo de otra: la promoción y la venta. Pero eso ¿cómo es? Se puede dividir en cuatro momentos: 1. Prelanzamiento ¡El mundo se entera de que tu libro existe! El propósito de esto es simple, pero fundamental: generar intriga y expectativas principalmente en familiares y amigos. ¿Por qué ellos? Porque además de que son los primeros lectores potenciales, ¡son quienes iniciarán el boca en boca de tu libro! Durante esta fase se trata de crear anticipación, compartir algunos detalles y construir (o mantener) una comunidad de…
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Pajarillo de fuego
I Tú corrías con el viento soplando tu cabello castaño, tú cantabas a todo pulmón como ave dando la bienvenida a la primavera, tu corazón latía en llamas, con la fuerza de mil tambores. Llena de vida, llena de alegría. Así te veían todos. Ay, mi niña, que corrías sobre brasas ardientes a través de la brisa caliente, ay, mi niña, que disfrazabas tus gritos de auxilio y llantos con cantos, ay, mi niña, nadie supo lo tanto que ese corazón quiso darse por vencido. Esa vida que se te escurría entre los dedos como el agua y las lágrimas…
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Yo sería capaz
¿Qué haría por él? ¿Qué de todo quieres saber? ¿Qué soy capaz de desvelarme por una fiebre suya? ¿Qué me duele tanto el pecho como a él cuando ciertos recuerdos se pasean por su mente? Yo sería capaz de arrancarme las alas para dárselas cuando las suyas no vuelan porque está herido. Sería capaz de dejarme morir un instante para tocar su piel y fundirme en su pecho con un abrazo queriendo no soltarlo más. Sería capaz de entregarle mi sangre, mis sueños, mi vida entera. Lo esperaría en el altar vestida de blanco, dispuesta a hacer la promesa más…
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Mi pequeño
Tú aún tenías la mirada de un niño que no se ha visto envuelto en la oscuridad. Yo ya había caminado en la penumbra casi a ciegas, yo ya había visto la sombra de la muerte cerniéndose sobre mis afectos. Yo ya sabía lo que era perder, yo ya lo sabía porque había tenido la total consciencia sobre ello cuando me sucedió. Tú, en cambio, eras pequeño, puro y casto, aún corrías por el jardín con tus pies descalzos mientras que los míos estaban vendados por haber caminado entre espinas y brasas ardientes. Tú no conocías el dolor y yo…
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Mi refugio
Tú, tú eras manso, sereno, seguro, como un refugio en la tormenta más hostil. Y yo, yo era un ser frágil disfrazado con una fortaleza casi obscena, excesiva. Atemorizada por el constante susurro de la muerte que amenazaba con arrebatarte de mi lado. Yo vivía angustiada pensando en todo lo que no podríamos hacer mientras tú volabas cobijado por la rutina que se escurría entre las paredes de nuestro hogar, irrumpiendo en nuestra mesa a la hora de desayunar y en nuestra cama al momento de la intimidad. Tú eras la respuesta al dolor, la calma para mi escozor, la…
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Razón número 47: Ella
Me acostumbré a estar bien solo. Era una parte del camino que había elegido, no hubiera sido justo armar una familia que se viera constantemente dejada a un lado por el trabajo. No busqué más compañeras, quien yo más había amado se reflejaba en cada atardecer que se colaba por la ventana del estudio, estaba en cada brisa que me despeinaba al caminar en la calle, en los rayos de sol que acariciaban mi piel. Con ella se había ido ese sueño de tener hijos, se lo llevó consigo cuando se fue. Por eso estaba solo. Mi hermana bromeaba de…
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Razón número 46: El regreso de la primera obsesión
Fueron meses de ahorros y privaciones de lujos mundanos como el queso fresco para rallar en vez del envasado del supermercado, tardes de tostadas con té a café y galletas calientes recién sacadas del horno de las panaderías. Sin embargo, el objetivo era tan claro para mí, tan motivante que no fue el sufrimiento como quizá piensan y nada pudo compararse con la gigantesca satisfacción al sostener mi primera cámara digital profesional. Ahora podía mostrar mi visión del mundo y no solo limitarme a los eventos familiares como en mi juventud. Me obsesioné aún más con los cursos online y…
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Razón número 45: No más socios
Es muy difícil crear una sociedad que funcione o simplemente una en la que los socios no se maten entre sí y cooperen para que la empresa prospere. Ya tenía cierta experiencia en el campo y honestamente llegué a un punto de no retorno en el que trabajaría solo o con empleados, pero no con socios (después de todo, en cada uno de mis intentos mis socios terminaban siendo empleados haraganes disfrazados). Liberty fue el último gran proyecto de sociedad que llevé a cabo. Creí que al ser familia, las cosas serían diferentes, nos conocíamos, casi nos habíamos visto crecer…
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Razón número 44: La pandemia
Una vez que me adentré en lo profundo del arte de la fotografía y que finalmente se acabó Liberty, decidí que me mudaría al sur del país. Intentar cosas nuevas en un lugar nuevo. Tenía dos ideas en mente: la primera, quería desarrollar una línea de fotografía a través de bancos de imágenes y la segunda, crear un portafolio de botellas de vino y platillos del lugar. El sur era rico en viñedos y bodegas y además había una muy buena cultura gastronómica. Aunque no lo crean, curiosamente los fotógrafos de botellas son muy solicitados. Y como broche de oro,…
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Razón número 43: Mi lado artístico
Lo primero que descubrí fue el lettering, dibujar letras, y cómo podía influir en el desarrollo de una marca. El objetivo era aplicar esos conocimientos para ofrecer los servicios más precisos, no obstante, también me gustó el aspecto artístico del lettering. Quería aprender a hacerlo. De los trazos de letras pasé al de diversos objetos y hasta personas, aunque nunca conseguí que se vieran “vivas”. Aprendí técnicas para pintar con acuarela, acrílico y óleo. Armé estatuillas con arcilla y porcelana fría, como las de Miguel Ángel (las personas no necesariamente debían verse “vivas”).Ante mí, se abrió un mundo de creatividad…