¿Cómo conseguir que los lectores se devoren mi libro? (o aumentar las posibilidades)
Mis tres puntos para tener en cuenta a la hora de escribir una buena historia
Escribir una buena historia depende de muchos factores, de los cuales, la mayoría varían de escritor a escritor. Desde el estilo de los personajes hasta el tipo de conflictos y la ubicación físico-temporal en la que se desarrollan los hechos.
No obstante, podría decirse que hay un par de cosas que yo considero que son comunes a todos los autores y que quizá ayuden a mejorar la calidad de una historia sin llegar a necesitar que se modifique su esencia (¡que es muy importante y no se toca!).
1. Personajes con los que tus lectores puedan sentirse identificados
Una manera muy efectiva de llevar a que los lectores no puedan soltar un libro es que se enamoren del protagonista o de alguno de los personajes principales. ¡Haz que sean entrañables!
¿Cómo conseguirlo?
¿Cuáles son sus motivos para hacer lo que hace o ser como es? Si es un personaje clave en el desarrollo de la trama, ¡preséntanoslo! Háblanos de su vida, algún hecho puntual que significara un antes y un después para él y por qué.
Recuerda que el amor no siempre es a primera vista, muchas veces nos vamos enamorando a medida que vamos conociendo al otro.
¡El nivel de intimidad entre tu personaje y el lector dependerá de ti!
2. Arcos argumentales para mantener viva la intriga de la historia
Dependiendo del estilo de escritura o de la complejidad de la trama, hay historias que pueden demandar muchas páginas. Es en ella en donde se va a poner a prueba la habilidad del escritor para mantener a los lectores enganchados hasta el final a través de los distintos arcos argumentales.
¿Qué son y cómo se usan?
Los arcos argumentales pueden tomarse como “micro historias” que suceden dentro de la “macro historia” y que completan su significado.
Ejemplo, los recuerdos de lo que hace Jude por Samm en su peor momento que explican por qué Samm es tan entregado con él. (Descubre más acerca de esta historia en instagram.com/graciarodriguezwriter/sinoestuvierastu).
No obstante, hay que ser cuidadosos y elegir cuándo, cómo y en qué momento usarlos para no abusar de ellos.
Imagínalos como redes en las que tus lectores van a ir cayendo y quedando atrapados hasta ser liberados al final. Una buena estrategia es abrir un arco en las primeras páginas, cuando la historia empieza a tomar forma, para invitarlos a continuar (y seguir cayendo aún más en la esencia de la historia).
Nota: ¡No es necesario que todos los arcos cierren en las últimas páginas! Utiliza arcos más pequeños (pero igualmente relevantes) durante el desarrollo o previo al clímax y deja los más grandes e importantes (los que constituyen el “corazón del relato”) para el final.
3. ¡Pasión!
Sentándote a escribir, estás dedicando tiempo y esfuerzo para crear algo único y maravilloso. Entonces si es algo que quieres, algo que te motiva ¿por qué no entregar lo mejor que tienes en el proceso? ¿Cuál es el sentido de guardarlo… para después? ¿Qué después? La vida sucede aquí y ahora y si tienes la oportunidad de regalar tus dones al mundo, ¡no te limites!
Aquello que pones en una historia, aquello que la vuelve especial, es tuyo y es excepcional y quizá lo más curioso de todo es que NO SE ACABA.
Tu naturaleza tan única, que alcanza a verse reflejada en las páginas de lo que escribes, no tiene fin. No es un frasco que quepa entre tus manos, es un océano infinito que se extiende en el horizonte de tu mundo.
¿Has jugado de pequeño a intentar recoger toda el agua del mar en tu balde en la playa? Habrías necesitado millones de baldes y ni siquiera así lo habrías conseguido. Bueno, así es la fuente de la inspiración, de tu inspiración.
Pon muchísimo amor y sé generoso con aquellos que te regalan su tiempo para leerte, ¡muéstrales lo increíble que tienes para dar como escritor!